La Fiesta de 15 Años

La celebración de quince años de una mujer tiene varios orígenes. La más probable es la costumbre proveniente de las grandes culturas precolombinas: aztecas y mayas que realizaban los ritos de pubertad para indicar la entrada a la vida adulta y la aceptación de responsabilidades de las mujeres. Con la conquista de los españoles los aztecas perdieron mucho de su cultura. Los españoles, que eran católicos, incluyeron en la tradición indígena la inserción de la misa. En el siglo XIX la nobleza inglesa y la alta burguesía francesa, introdujo el vals y los vestidos. Actualmente, las fiestas de quince constituyen un gran evento religioso y social, de acuerdo a la costumbre de cada país.

 En Argentina los preparativos comienzan un año antes, las fiestas pueden ser de día o de noche, en una quinta, estancia, salón, hotel y en la casa, siempre que se tenga espacio, tiene una duración de 9 hs. Se baila, se pasan videos con fotos desde el nacimiento hasta la actualidad, algunas adolescentes preparan videos con sus familiares y/o amigos para mostrarlos en la fiesta. Las opciones de comidas son muy variadas desde el tradicional asado hasta un finger food en livings. La mayoría de las familias contratan uno o dos shows para amenizar la fiesta. Cada evento lleva el sello personal de la cumpleañera.

En México la festividad comienza con una misa de agradecimiento, el vestido preferentemente de colores pasteles, la homenajeada deja su ramo en el altar de la virgen, es acompañada por sus padres, padrinos, amigos, familiares y damas de honor. Una vez finalizada la misa se le entregan los regalos y se trasladan al lugar del festejo. Bailan diferentes ritmos de música y se ofrece un menú variado. En la mayoría se contratan mariachis y la canción tradicional cantada es “Mi niña bonita”, a la hora de la torta. Dentro del ritual, los mariachis le ponen el sombrero del cantante a la muchacha.

 La Celebración de la Quinceañera, como se llama en Ecuador, está cada vez más en desuso, las chicas prefieren regalos importantes como un viaje, una computadora o una joya. Las chicas que las realizan van vestidas de rosa pálido o 
 blanco y abren el baile con sus padres. Después del vals los amigos y familiares pasan a la pista. Estas fiestas tienen mucha similitud con las de las bodas. 

De acuerdo al presupuesto de cada familia, en Puerto Rico, las fiestas se realizan en salones de importantes hoteles, en residencias, en casa o clubes de pueblos. El vestido es blanco con encajes, piedras, bordados. Cada banquete comienza con un desfile de la homenajeada junto a su novio o amigo y catorce parejas más que representan las diferentes etapas de la vida de la niña. El padre realiza el cambio de zapatillas a zapatos de tacón alto, que simboliza el cambio de niña a mujer. Abren el baile, se brinda después se come y se vuelve a bailar. También se hacen caravanas de autos desde la casa de la quinceañera hasta la iglesia o templo, en la que se realiza una ceremonia de agradecimiento y de esta al salón. Ella va en el primer auto y casi siempre es un convertible o una limousine. 

Las fiestas de quince en la colectividad cubana, es una gran producción. 
La homenajeada entra y se sienta algunas veces en una carroza imitando a La Cenicienta, en otras se llena el piso del escenario de humo, se ilumina con luces especiales a la cumpleañera y comienza una coreografía.

La celebración se hizo popular en Estados Unidos primero durante la década de 1930 y en ocasiones se ha combinado con la costumbre estadounidense de "sweet sixteen", que celebra el decimosexto aniversario de la muchacha, también con el sentido de "presentación en sociedad" de la joven. Cada vez se celebra más esta fiesta en EEUU y las niñas tienen la ilusión de que tendrán su gran ceremonia cuando lleguen a ser quinceañeras. . En 2004, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos aprobó una liturgia específica para esta celebración, durante la cual se presenta a la joven ante la comunidad parroquial ya como persona adulta y recibe una bendición que incluye –según el texto de los obispos- “el compromiso de la quinceañera con Dios y con la virgen María para vivir su vida de acuerdo con las enseñanzas de Cristo”. La fiesta de la quinceañera no se limita a los católicos, sino que es común en iglesias cristianas. En muchas parroquias, el ritual de presentación de la joven incluye un cortejo, formado por una niña mucho más joven que lleva una almohadilla en forma de corazón con una coronita y un niño que porta en otra almohadilla una réplica de zapatos de tacón. El momento cumbre de la celebración tiene lugar cuando la quinceañera se cambia de zapatos. El padre, si está presente, es quien le quita sus zapatos de tacón bajo y le pone los de taco alto: la niña que entró con calzado de infancia sale caminando como mujer joven.

En resumen, lo destacable de este festejo tan particular, es el homenaje de la familia, amigos y seres queridos que le realizan a la niña, siendo así una de las hermosas costumbres que todavía aún hoy en muchos lugares del mundo se celebra, en el que cada momento es alegría y ensueño.